La organización, la más antigua del sector, recuerda que es ilógico y absurdo crear 12.000 plazas públicas en una comunidad con 34.000 vacantes
El presidente de Coordinadora de Escuelas Infantiles de Andalucía (CEI-A), José Luis Victorio, ha acudido este jueves al Parlamento de Andalucía para respaldar la aprobación de la PNL para reclamar al Estado que destine sus fondos de impulso de la escolarización en el primer ciclo de Educación Infantil a bonificaciones a las familias. Una propuesta que han presentado de forma conjunta PP y CS y que recoge el sentir de cerca de 2.000 centros de primer ciclo de Educación Infantil adheridos y de unas 15.000 trabajadoras del sector.
De esta forma, Victorio asegura que, tal y como recoge la PNL -que ha sido aprobada por 58 ríes de PP, CS y Vox frente a 49 votos negativos de PSOE y Adelante Andalucía- los fondos europeos deben ir destinados a incrementar esas bonificaciones para seguir avanzando hacia la gratuidad de la etapa educativa de 0 a 3 años, pero no para crear nuevas escuelas y plazas en una comunidad autónoma que tiene más de 34.000 plazas sin ocupar y en la que todos los días cierran centros por falta de niños”; es ilógico y absurdo”. Así, afirma que “nuestro modelo funciona, lo que hay es que impulsarlo y ayudarlo”.
Para el presidente de CEI-A estas partidas europeas “son una oportunidad única para fomentar la escolarización temprana, que tiene unos resultados muy beneficiosos para el desarrollo de los niños y que es la mejor garantía para reducir el fracaso escolar; a lo que hay que añadir su papel trascendental en la conciliación de la vida laboral y familiar”.
En este sentido, para Coordinadora esas plazas deberían crearse en zonas de exclusión social, rurales, o barrios y municipios con escasez de plazas, en los que no existan vacantes en la actual red de centros públicos y privados, completando esta medida con un incremento de la financiación pública de la red de escuelas infantiles de iniciativa social para poder lograr la gratuidad en 0-3 en la actual red de centros mediante diferentes fórmulas de colaboración para ayudar directamente a las familias.
De no ser así, se sufriría una sangría en el empleo en un sector ocupado en un su inmensa mayoría por mujeres con una muy complicada recolocación posterior, ya que durante la pandemia las escuelas infantiles han visto reducirse sus plantillas, que ya estaban muy mermadas tras las constantes caídas de la natalidad.
Victorio concluye esperando que “el Gobierno Central nos escuche y acepte el modelo andaluz de Educación de 0 a 3 años y no siga empecinado en una estrategia que no sólo no ayudaría a la educación ni a los profesionales, sino que destruiría una red pública que cuenta con las infraestructuras y las trabajadoras necesarias para avanzar con éxito en la gratuidad del sector”.